» Extraño nuestra complicidad, que fuera mi regalona y además el rol nuclear que tenía en la familia con sus hermanos», contó la mamá de la joven que fue asesinada en 2013. Una junta médica concluyó que murió estrangulada y sofocada en no más de cinco minutos. Aunque no se consumó la violación su cuerpo tenía signos de haber sufrido un abuso sexual por parte de Jorge Mangeri. Sus restos fueron hallados en el basural del Ceamse de José León Suárez.
Ángeles Rawson tenía 16 años cuando fue asesinada, hace exactamente una década, el 10 de junio de 2013, en el edificio en el que vivía en Palermo. El cuerpo de la adolescente fue encontrado al día siguiente en la planta de tratamiento de residuos de la Ceamse en la localidad bonaerense de José León Suárez. Se trató de uno de los femicidios más conmocionantes de la historia policial argentina. Por el hecho fue condenado el portero del edificio, Jorge Mangeri, entonces de 45 años. Cumple una pena de prisión perpetua.
Jimena Aduriz, la madre de Ángeles Rawson, afirmó al cumplirse 10 años del caso, que su hija le dejó «un legado de integridad, de responsabilidad y de amor».
Aduriz comentó que está «muy sensibilizada» por la fecha y que, como es habitual, no habrá ningún acto u homenaje público, pero sí aceptó responder algunas preguntas para recordar a su hija.
¿Cómo se imagina a la Ángeles de hoy, con 26 años?
Estaríamos muy juntas, probablemente ella recibida de psiquiatra o a punto de hacerlo, ayudándome en el emprendimiento de organización de eventos. Y con un fuerte compromiso social por los derechos de las mujeres.
¿Qué es lo que más extraña de su hija?
Nuestra complicidad, que fuera mi regalona y además el rol nuclear que tenía en la familia con sus hermanos. Sus chistes, sus malhumores, sus mensajes a cada rato, nuestras salidas a hacer las compras, nuestros sábados. Sus proyectos, sus eventos de animé. Todo.
A 10 años y con todo lo que aprendió en el camino para lograr justicia, ¿hubiera hecho algo diferente?
No, no hubiera hecho nada distinto. Lamentablemente fue inevitable lo que le pasó. Creo que con todo el dolor y el horror de su asesinato, ella me dejó un legado de integridad, de responsabilidad y de amor. Y yo sigo siendo su mamá aunque esté en el cielo.
Y voy a seguir honrando su legado a través del acompañamiento, de educar, de ayudar a lograr justicia en otros casos y especialmente sensibilizando y previniendo futuras Ángeles.
Si estuvieras cara a cara con Jorge Mangeri, ¿qué le dirías?
Prefiero no contestar. Quizá más adelante.
Télam