Miguel Gustavo Ferreyra está imputado de los crímenes de Marcelo Antonio Fernández y de Eugenio “El Polaco” Pereyra Monzón; y de haber intentado matar a Leandro Fernández.
En la jornada de hoy, martes 15 de agosto, se llevó adelante la primera audiencia del debate. Por la Unidad Fiscal de Homicidios II, el fiscal Carlos Sale efectuó los alegatos iniciales.
“Este hecho se produjo en un barrio vulnerable, una balacera a plena luz del día y ante la presencia de menores de edad, por lo que pudo haber sido una catástrofe mayor. Se trató de un caso de excesiva gravedad que generó tensión social”, señaló el fiscal Sale, quien actúa junto a Lucila Arrieta y Eduardo Ricciuti, del equipo de la Fiscalía.
El investigador dijo que Ferreyra debe responder por los homicidios agravados por el uso de arma de fuego, en perjuicio de Marcelo Fernández y de Pereyra Monzón; y por el homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, en contra de Leandro Fernández.
A lo largo de las audiencias declararán los peritos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del Ministerio Público Fiscal (MPF), efectivos policiales y testigos. El debate es dirigido por los jueces Guido Leandro Cattáneo, Matías Graña, Facundo Maggio.
El hecho
Según la acusación, en fecha 05 de abril de 2018, a las 12:30 horas aproximadamente, en circunstancias aún no determinadas, mientras las víctimas se encontraban en la vereda de una propiedad sita en pasaje Magallanes al 1.800, de San Miguel de Tucumán, fue que Ferreyra y un menor, previo acuerdo de voluntades y división de tareas, circulando en una motocicleta tipo Honda 125cc, color blanca, detuvieron la marcha en el domicilio antes mencionado y con intenciones de quitarles la vida, realizaron disparos con armas de fuego contra la humanidad de Pereyra Monzón y Marcelo y Leandro Fernández, impactando proyectiles en los dos primeros, los que le produjeron heridas que llevaron a la muerte de ambos, no logrando su cometido contra el tercero, por razones ajenas a su voluntad, para luego volver a la motocicleta en la que se conducían y darse a la fuga del lugar.