Día Mundial de la Audición: Cuidado del oído y la audición

Este es el lema para este año, que tiene por objetivo destacar la importancia de integrar el cuidado del oído y la audición en la atención primaria como un componente esencial de la cobertura universal de salud.

La licenciada en fonoaudiología Romina Farji, referente del Programa de Hipoacusia Neonatales, contó que el 3 de marzo de celebra el Día Mundial de la Audición y que es una fecha importante para recordar a la comunidad sobre la importancia de conocer sobre esta patología.

Tenemos que estar atentos ante cualquier duda o problema auditivo que vaya apareciendo a lo largo de la vida, en sus diferentes estadíos. A partir de los 40 años la audición empieza a declinar, pero no es muy llamativo, a esa edad pueden aparecer zumbidos, entre otros síntomas”, explicó la profesional.

En la oportunidad, Farji indicó que en los recién nacidos se pueden ver niños que tienen una respuesta auditiva y no están alerta a diferentes sonidos del ambiente, como también no tienen un desarrollo del lenguaje: “Es importante en la edad escolar estar atentos a diferentes infecciones del oído, no poniendo nada en caso de algún síntoma y concurrir al médico”.

La licenciada en fonoaudiología, Magali Polonsky, explicó que tanto los problemas del oído como de la audición son uno de los principales que afectan a la población. Es por eso que se deben tomar ciertas precauciones para poder evitarlo: “Por ejemplo, en la peluquería los peluqueros están muy expuestos por el uso del secador del pelo, donde están muchas horas y puede producir una pérdida de audición; también en el caso de obreros que trabajan con taladros, entre otras profesiones”.

Medidas de prevención y detección

Exigir que se cumpla el derecho de control auditivo a los bebés recién nacidos (otoemisiones acústicas).

Realizar a todo niño y niña la audiometría de control al ingreso escolar primario.

Evitar la exposición a los ruidos de elevada intensidad.

Usar protección auditiva si los niños y niñas deben estar en ambientes ruidosos.

No exponer a niños y niñas a música de altas intensidades, principalmente cuidar a los bebés en las fiestas (alejarlos de los parlantes y proteger los oídos).

Usar con moderación y a baja intensidad los reproductores de música.

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