El dramático relato del adolescente que sobrevivió al ataque de Hamas

Escondido debajo del cadáver de su madre, cubierto por una manta ensangrentada y oculto en distintos lugares de su casa, logró que los terroristas no lo descubrieran mientras recorrían la casa buscando sobrevivientes para seguir su matanza.

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Tiros, gritos, ruidos de cristales rotos y detonaciones. La familia Mathias, que vivía en un kibutz del sur de Israel, tenía menos de un minuto para escapar hacia el refugio. Era sábado a la madrugada y no sabían que estaban siendo víctimas del ataque más violento y dramático de Hamas sobre Israel, pero supieron de inmediato que que debían tratar de huir y protegerse. 

Shlomi, el padre de la familia, intentaba sostener colchones y muebles contra la puerta para intentar impedir que los terroristas ingresaran a su vivienda cuando una granada explotó. Apenas llegó a decir que le habían volado el brazo cuando un balazo le quitó la vida. En medio de la lluvia de tiros, Debbie le gritó a su hijo Rotem que se agachara y el chico de 16 años vio cómo su mamá moría masacrada en medio de aquel tortuoso infierno. 

Desde entonces, el chico debió afrontar una interminable espera hasta que llegaron los soldados israelíes para rescatarlo. Escondido debajo del cadáver de su madre, cubierto por una manta ensangrentada y oculto en distintos lugares de su casa, logró que los terroristas no lo descubrieran mientras recorrían la casa buscando sobrevivientes para seguir su matanza.

Todavía en shock por lo sufrido, Rotem intenta recuperarse en el hospital en Be’er Sheva. Sufrió un disparo en el estómago, aunque sus males no pasan por el cuerpo, sino por lo padecido aquella madrugada en que fue testigo de la brutal matanza de sus padres.

Rodeado por los familiares que sobrevivieron al ataque, el joven contó a la cadena ABC de Estados Unidos, cómo logró salir con vida del ataque de Hamas. «Los terroristas abrieron la puerta a tiros», recordó el joven que, debajo del cuerpo de su madre, simuló estar sin vida. «Simplemente detuve mi respiración, la bajé tanto como pude».

En ese momento simplemente se limitó a rezar: «No me moví. Estaba aterrado. No hice ningún ruido. Y oré por cualquier dios, realmente no me importaba qué dios, simplemente oré por un dios para que no me encontraran». Pasó 30 minutos en el suelo hasta que pudo levantarse y correr debajo de una cama para esconderse. Minutos después se fue hasta el lavadero, donde se cubrió con una manta ensangrentada. 

En medio del calvario el chico envió un mensaje al grupo familiar avisando que sus padres estaban muertos y pidiendo ayuda. El adolescente pasó alrededor de 10 horas luchando por sobrevivir sin ser descubierto y sangrando sin parar. «Fueron muchas horas antes de que llegaran los soldados. Estaba sangrando. Se rindió varias veces. No sabía si iba a sobrevivir o no», contó su abuelo. 

Sus hermanas Shir, de 21 años, y Shakked, de 19, también lograron salvarse, ellas pudieron llegar a tiempo al refugio y escucharon la dramática cacería desde allí. «Todo lo que oíamos eran disparos y gente gritando y bombas que estallaban, coches que explotaban», dijo Shir. 

Cuando el infierno parecía haber terminado, los soldados de Hamas prendieron fuego la casa y huyeron, Rotem y sus hermanas lograron irse para luego ser rescatados por los soldados israelíes. La peor noche de sus vidas, por fin había terminado.

Telefe Noticias

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