Ricardo Arjona volvió a la Argentina y dijo: “Nos da miedo acercarnos a ustedes, mujeres

Tras cumplirse un año de haber agotado tickets para ocho noches en el Movistar Arena de Villa Crespo, el regreso triunfal de Ricardo Arjona a Buenos Aires se produjo este jueves 30 de noviembre, con un marco impresionante en el estadio de Vélez, ante cuarenta mil personas.

Se trató del primero de los dos conciertos del cierre de su gira mundial Blanco y Negro Tour, que tantas satisfacciones le trajo.

Lo de Ricardo Arjona, el astro guatemalteco, no tiene límites: recorrió ciento veinte ciudades del mundo y pese a que no pasó tanto tiempo de su última vista a Argentina, de nuevo agotó localidades, concediendo un show por momentos similar al del año pasado, pero con algunas sorpresas respecto a la lista original de canciones.

Por lo tanto, pese a que se daba por hecho que sería un calco a los shows de 2022, esta vez el vocalista apeló a la improvisación de canciones en el tramo final del espectáculo.

Luego de veinte minutos de registro de imágenes del artista con diferentes simpatizantes a quienes convocó a la escucha de uno de sus discos en Abbey Road, no tardó en llenarse de humo el escenario.

Tampoco pasaron inadvertidas las revelaciones de sus fanáticas, como la de una mujer de alrededor de los cincuenta años, quien lanzó lo siguiente en una de las filas del Vip Premium sobre el césped, en la cancha: “¡20 de agosto de 2022! ¡Hace cuatrocientos sesenta y dos días que te estoy esperando de nuevo!”.

En principio, el cantautor debía realizar sus conciertos finales en sur del continente en el mes de septiembre, pero debido a un problema lumbar reprogramó las fechas.

Incluso hasta la hizo saber en cierto lapso del recital, cuando expresó que “ocho pinchazos de agujas recibí para calmar el dolor”.

Luego de los videos en blanco y negro, ya siendo las nueve y media de la noche, recién empezó el largo set de canciones, que duró casi hasta medianoche.

Ricardo estaba vestido al igual que el año pasado, aunque esta vez no recurrió a los cambios de atuendos: primero se presentó todo de riguroso negro, con un sobretodo, por debajo una camisa de mangas largas y zapatillas blancas. La barba la llevaba crecida, tal como la luce desde hace algunos años.

Ineludible dejar de remarcar una energía intacta desde que apareció en el centro del escenario hasta el final, en el que recibió el cariño de la gente a través de coros al unísono mencionando su nombre.

Pero antes, la banda que lo acompañó demostró que estuvo a la altura de los compromisos, sin vislumbrarse grieta alguna cuando cada uno tuvo que expresarse musicalmente, según su función.

Las coristas morenas, fieles compañeras del cantante, nunca lo dejaron solo, incluso hasta generaron apoyo cuando abordó un largo cantar de tinte acústico.

Por otra parte, su guitarrista mujer se lució con solos de guitarra, o bien el violinista estadounidense aportó lo suyo armoniosas melodías en varios de los temas que el cantante repasó de su larga historia.

Seguidamente, Ricardo Arjona retomó alternando las canciones de su lista original con Porque puedo, para la que pidió el acompañamiento de uno de sus guitarristas de origen estadounidense “que no sabe hablar español, pero la sabe cantar a la perfección”.

De la misma manera que en sus conciertos en el Movistar Arena, de nuevo manifestó su pensamiento respecto de los logros femeninos en la sociedad actual.

“Hoy hay que tenerle miedo a todo. Voy a confesarles algo que a la mayoría de los hombres nos da vergüenza decir. Nos da miedo acercarnos a ustedes, mujeres, porque hasta podemos ir presos. En cambio, si ustedes avanzan en algo no sucede nada, ustedes no tienen problema en decir lo que quieren”, esbozó con soltura y sin pudor alguno.

FUENTE : CLARIN

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