Tras una medida judicial, la Policía secuestró el celular de la víctima y del grupo familiar de la vivienda allanada.
El pasado 2 de junio, la hija de Ariel Sandes de 57 años, lo encontró sin vida en su vivienda ubicada en el pasaje Ovidio Lagos al 700, Capital. Cuando la mujer llegó a ver a su padre lo encontró tirado, golpeado y sin signos vitales. Posteriormente, el médico forense determinó que la causa del deceso fueron las múltiples heridas de arma blanca que había recibido en el tórax y, además, presentaba golpes en el rostro. En aquella oportunidad el teléfono de la víctima no estaba en el lugar, por lo que se presumió que había sido robado por el homicida.
Investigación del caso
A partir de este hecho, la Justicia dio intervención a la División Homicidios de la Policía, que se abocó a la investigación. Luego de averiguaciones y mediante un trabajo coordinado con la Unidad Fiscal interviniente, este martes los efectivos allanaron un domicilio en el barrio Ampliación La Merced de esta capital.
Los indicios llevaron a determinar que esa sería la morada del principal sospechoso. En este caso, la Justicia ordenó el secuestro del celular de la víctima (que fue hallado en dicho procedimiento) y la de los ocupantes de la casa. Es así que, el resultado fue positivo en cuanto se secuestraron tres teléfonos que fueron puestos inmediatamente bajo custodia para su correspondiente peritaje y de gran interés para la causa.
La Fiscalía avaló el procedimiento policial y ordenó que la investigación continúe a los fines de esclarecer el hecho, identificar al o los autores del homicidio y ponerlos a disposición de la Justicia.