Condenado a prisión por un violento ataque en Burruyacú

El Ministerio Fiscal logró una condena en contra del acusado de tres años de prisión de cumplimiento efectivo y un resarcimiento económico para la víctima de $300.000.

El caso fue investigado por una Unidad Fiscal de Atentados contra las Personas I, a cargo de Diego Hevia, quien fue representado por el auxiliar fiscal José Fernando Isa.


Para acceder al convenio, el imputado tuvo que reconocer su responsabilidad penal en los dos hechos que se le atribuyeron oportunamente. La víctima dio su consentimiento al acuerdo.


El auxiliar fiscal Isa señaló que la calificación correspondiente es la de lesiones graves agravadas por el uso de arma de fuego en concurso real con tenencia de arma de fuego.


En tanto, expresó que arribó a un acuerdo con la defensa y con consentimiento de la víctima para la imposición de una pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo y un resarcimiento económico de $300.000.

Los hechos

Según la acusación, en fecha 14 de diciembre de 2023, a horas 12.00, en circunstancias en que Miguel Alberto Robles, circulaba a pie a la vera de la Ruta 304, a la altura del Kilómetro 62 de Burruyacú, de Tucumán, fue interceptado por Sergio “El Gallo” Ordóñez, de 29 años, que conducía una motocicleta, quien previo a extraer de su pantalón (cintura) un arma de fuego, con claras intenciones de causar un daño a Robles (53), le propinó tres disparos, dos de ellos en la espalda, provocando que el mismo cayera al piso.


Luego, Ordóñez, usando un machete que tenía en el manubrio de la motocicleta, le pegó de costado en la cabeza a Robles, causándole una serie de heridas con un tiempo de curación e incapacidad de un mes. Inmediatamente, Ordóñez se dio a la fuga del lugar en su motocicleta.


En tanto, el 17 de diciembre del mismo año, a horas 10:40 aproximadamente, en circunstancias que personal policial se encontraba realizando una medida de allanamiento en un domicilio sito en barrio 20 Viviendas Burruyacú, Ordóñez, se dio a la fuga del lugar escapando por el fondo de la vivienda, pero fue atrapado llevando en sus manos una escopeta calibre 16 con culata de madera sin contar con la debida autorización.

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