La reflexión de Santiago del Moro sobre Gran Hermano: “Si nos pusieran una cámara todo el tiempo, ¿seríamos tan políticamente correctos?”

Minutos antes del último programa de la temporada, el conductor habló sobre GH 2024: el triunfo de Bautista, el discutido protagonismo de Furia, la exacerbación de los discursos violentos y las actitudes discriminatorias, las inevitables polémicas y el futuro de la casa más famosa del mundo.

Después de siete meses, con más de 17 puntos de rating promedio en la pantalla chica, el reality que marcó el pulso televisivo de la Argentina llegó a su fin. La edición 2024 de Gran Hermano (GH) terminó consagrando a Bautista Mascia, pero los festejos y la emoción de participantes, público y producción, no lograron acallar ni las polémicas ni las críticas que también habitaron la casa más famosa del mundo.

De todo esto habló Santiago del Moro, conductor del programa estrella de Telefé, antes de la última gala, en una rápida rueda de prensa de la que participó LA NACIÓN. “Vivimos más de medio año de turbulencias y por fin aterrizamos”, arrancó Del Moro y siguió: “Este GH fue un programa muy agitado desde el principio, una temporada apasionante, distinta y única. Porque es un programa que te arrastra, te interpela. Así que nosotros también estuvimos siete meses adentro de la casa”.

– ¿Por qué ganó Bautista?

– Porque tuvo una estrategia muy interesante. Al principio estuvo muy tranquilo, pero cuando tuvo que jugar, supo cómo jugar. Administró la energía, que es lo que yo repito siempre, porque GH es una maratón no una carrera de cien metros. Igual, cuando arrancó esta temporada, durante las primeras cuatro o cinco semanas, pensé que iba a ganar una mujer. Porque además de Furia, había muchas mujeres muy poderosas que llevaban la casa adelante. Pero al final no se dio. De todas formas, la experiencia fue única para los chicos y todos los que vinieron acá a buscar algo, al final lo encontraron.

– ¿Qué diferencias notaste con relación a la temporada anterior?

– Fue completamente distinta. La otra fue una casa mucho más tranquila, con un formato que volvía después de muchos años, en otro contexto del país y del mundo. Esta, en cambio, fue agitada desde el día uno, con otro carácter. Mucho más visceral y power. Hubo un jugador para cada personalidad; y todo el mundo se pudo sentir identificado con lo que pasaba ahí adentro. Para bien o para mal.

En la ciudad de la Furia

Puede no haber ganado el certamen, pero la figura que impuso su presencia y liderazgo dentro y fuera de la casa, fue sin dudas Juliana Scaglione, más conocida como Furia. De carácter explosivo y frontal, supo instalarse en el centro del vaivén catódico y todos sus capilares comunicantes en cuanta red social y plataforma de streaming existe. Su actitud controvertida, con verbalizaciones de una agresividad extrema y discriminatoria pocas veces vista, le granjeó infinidad de devotos seguidores agrupados en una comunidad furiosa que dividió las aguas. ¿Estrategia de juego o violencia inaceptable? Para Del Moro, “su juego fue único. Es cierto que no ganó, pero no puedo decir que haya perdido. Furia quedó como una marca registrada del programa, porque es una de las jugadoras más importantes que tuvo el ciclo en el mundo entero. De hecho, llegó a la convención que se hizo en Países Bajos y todos estudiaron su caso. Ahora está en ella el ver qué hace con todo lo que tiene y con todo lo que le dio la casa. Yo le deseo lo mejor”.

– Como conductor, ¿cómo viviste esa situación?

– Me parece que a veces no se llega a entender del todo el programa. No se trata de que yo tenga que estar bajando línea con respecto al accionar de los participantes. Hay que comprender que ellos están viviendo ahí, están siendo. Ni tienen que dar lecciones de moral ni tienen que traer la paz al mundo. GH no es de afuera hacia adentro, es de la casa hacia afuera. Además, si a nosotros nos pusieran una cámara siguiéndonos todo el tiempo, ¿seríamos tan políticamente correctos como les exigimos a ellos? ¿Quién no hace un chiste que está fuera de época o tiene alguna actitud que para el afuera sería cancelable? Por supuesto que hubo cosas que estaban fuera de lugar y eran horribles, pero creo que fueron hechas, por todos, sin mala intención. Además, fue el público el que siempre decidió quién se iba y quién se quedaba. Por eso, esta competencia se fue decantando hasta el punto de que ganó un chico con el perfil de Bautista.

– ¿Por qué Marcos Ginocchio, ganador de la entrega pasada, no estuvo presente en la gran final?

– A Marcos se lo invitó una vez, pero tampoco lo queríamos presionar ni atosigar con llamados. Porque no es su perfil, no es lo que le gusta. Lo suyo no es el programa en vivo ni el ida y vuelta. Sé que si algún día lo necesito y lo invito, él va a estar. Porque es un excelente tipo y la gente lo premió por eso. Él no ganó la final pasada, él la robó. Y ya sabíamos de antemano que iba a jugar casi solo esa instancia.

Lo que vendrá

Basado en el personaje homónimo creado por George Orwell en la distópica novela 1984, el omnipresente, nunca visto y siempre escuchado Gran Hermano es el dueño de la casa en donde un grupo de personas convive en un aislamiento (casi) total y con cámaras que vigilan y registran cada una de sus acciones, las 24 horas durante los siete días de la semana. El o la concursante que supere las eliminaciones semanales, resultará coronado triunfador de una de las experiencias mediáticas más extremas de la TV internacional. Como formato de reality, Gran Hermano debutó en los Países Bajos en 1999 y rápidamente expandió su reinado hacia las programaciones del mundo entero. En 2001 llegó a la Argentina, primer país latinoamericano en sumarse al fenómeno que, 23 años después, sigue manteniendo su vigencia y despertando fanatismos cada vez más exacerbados. “La gente opina y toma partido como si el formato le perteneciera; y a veces se olvidan que es sólo un programa de televisión”, sentencia el conductor.

– ¿Qué podés anticipar del próximo GH?

– Después de dos temporadas exitosas, la vara está muy alta. Sí puedo decir que, otra vez, va a ser completamente distinta. La anunciamos como una temporada salvaje; y por eso le digo a todos los chicos (y no tan chicos) que se quieran anotar, que sepan en dónde se van a estar anotando. GH no es para cualquiera.

FUENTE : LA NACION

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