Por robar en un miniservice fue condenado a cinco años y diez meses de prisión

La investigación estuvo a cargo de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I, que conduce Diego López Ávila. Ocurrió el 29 de marzo del año pasado.

Diego Fernando Acosta fue condenado a cinco años y diez meses de prisión a través de un juicio abreviado por un hecho ocurrido el 29 de marzo del año pasado en Los Gutiérrez. Por expresas instrucciones del titular de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I del MPF, Diego López Ávila, el auxiliar de fiscal, Alejandro Andole, recordó el hecho atribuido y las pruebas (entre ellas las cámaras de seguridad de vecinos).

Acosta reconoció ser el autor de los delitos de robo agravado por uso de arma de fuego (cuya operatividad no pudo tenerse por acredita) y por haber sido cometido en poblado y en banda, en calidad de coautor. “Como fundamento de la pretensión punitiva se tuvo en cuenta la utilización de armas, el amedrentamiento a la familia y el haber actuado en la nocturnidad”, argumentó Andole.


Acosta se encontraba cumpliendo una pena, por un hecho anterior, por lo cual se le unificarán las mismas (a realizarse en otra audiencia de Ejecución). Finalmente, la jueza interviniente homologó el convenio pleno arribado entre las partes, que contó con la conformidad de las víctimas.

La secuencia

El miércoles 29 de marzo del año pasado la víctima se encontraba en la vereda de un miniservice que funciona en el barrio San Francisco de Asís en Los Gutiérrez, en compañía de su grupo familiar (entre ellos una menor de cuatro años). En esas circunstancias, se hizo presente el imputado y otros tres sujetos no identificados a bordo de un automóvil marca Fiat, modelo Siena de color gris. Acosta era quien impartía las condiciones y apuntaba a las víctimas exigiéndoles que ingresaran al domicilio y se arrojen al piso.

Al grito de: ¿Dónde está la plata? los encerraron en distintas habitaciones para revolver la casa y el negocio. A las 00:20 horas, llegó un cliente en una motocicleta quien también fue abordado por otro cómplice para obligarlo a ingresar a la vivienda, produciéndole un corte cuando lo golpeó con el arma, para luego, encerrarlo con el resto de la familia. Finalmente, sustrajeron una consola de videojuegos, la suma de $850.000 (correspondiente a la recaudación), una batidora, un televisor y cuatro celulares. Finalmente huyeron del lugar con los bienes y la moto de la víctima.

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