Cáritas recibió insumos para su proyecto de dignificar a las mujeres detenidas

En la parroquia “La Victoria”, el Ministerio Público Fiscal encabezó un nuevo acto en el marco de las políticas reparatorias que lleva adelante. Se proporcionaron elementos de bazar, cortinas e insumos alimenticios.

En la tarde de ayer, martes 10 de septiembre, en la parroquia “La Victoria” de la Basílica La Merced, ubicada en calle 24 de Septiembre al 200 de la capital, el ministro fiscal Edmundo Jiménez junto a funcionarios del MPF hizo entrega de elementos de bazar, cortinas e insumos alimenticios. Los mismos fueron destinados a Cáritas, que en dicho lugar viene desarrollando el proyecto “Dignificando a la mujer privada de libertad”, diseñado para apoyar a aquellas que se encuentran en situación de detención. Este grupo de ayuda las visita dos veces a la semana, con el fin de brindarles apoyo y compañía.


“Les llevan la cena para que tengan acceso a una comida nutritiva y digna, además de la contención emocional, ofreciéndoles un espacio seguro para expresar sus sentimientos, preocupaciones y proporcionándoles un poco de alivio y compañía en un entorno que a menudo puede ser deshumanizado”, explicaron desde el Equipo de Coordinación de Políticas Reparatorias (ECPR) del MPF, oficina receptora de un proyecto presentado oportunamente por esta organización de la iglesia católica.


En esta oportunidad, las reparaciones fueron gestionadas por las Unidades Fiscales de Robos y Hurtos II y de Narcomenudeo, y la Oficina de Conciliación, todas correspondientes al Centro Judicial Capital.

Testimonios

“El proyecto se inició hace tres meses. La idea es dignificar a la mujer que está en situación de detención. Comenzamos llevándoles la comida los martes. Ahora, con la ayuda del Ministerio Fiscal, lo importante es que vamos a poder llevarles más días la comida, ya que gracias a los insumos que nos trajeron eso nos da la posibilidad de poder cocinarles quizá hasta tres veces por semana”, expresó Verónica Brito, directora de Cáritas “La Merced”.


En ese sentido, agregó: “Gracias infinitas al MPF. No sabíamos que esto iba a salir tan rápido porque no creímos que el proyecto iba a interesar tanto. Generalmente, cuando decís que es un proyecto para la gente que está detenida, siempre piensan “algo habrán hecho”. Y sí, seguro, algo hicieron, pero nosotros también tenemos que arremangarnos y hacer algo en conjunto para brindarles una esperanza para el día de mañana”.


Por su parte, la monja Cristina Azabal, pastora carcelaria, manifestó: “Estoy convencida de que a las personas que están detenidas por alguna razón, que no nos toca a nosotros juzgar, para eso ya está la justicia, hay que ayudarla a rehabilitarse. Si no lo hacemos por caridad cristiana, tenemos que hacerlo porque una persona que se resiente en la cárcel más de lo que está y no se recupera, es nuevamente un peligro cuando sale a la calle”.


Al finalizar, la religiosa aseguró: “Esta ayuda del MPF es muy importante por dos razones. Una, es la material, que es la de tener un poco más de insumos. Y la otra es la de sentir que estamos en una sociedad tucumana que se está preocupando por esta justicia reparatoria. Es importante hacerle ver a la persona que estuvo mal, pero que puede hacer algo para reparar ese mal que hizo”.

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