El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tomó esta medida tras la movilización del 12 de marzo.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió aplicar una sanción ejemplar contra la violencia al prohibir el ingreso a los estadios por cuatro años a diez barras bravas identificados en los disturbios ocurridos el pasado 12 de marzo en el Congreso Nacional.
Lejos de acompañar pacíficamente una marcha en defensa de los jubilados en busca de sus derechos, estos individuos aprovecharon la movilización para generar conflictos y actos vandálicos, razón por la cual se les aplicó el derecho de admisión en eventos deportivos organizados por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), la FIFA, la CONMEBOL y otras entidades.
La medida no solo busca evitar la presencia de violentos en los estadios, sino también demostrar que las sanciones no se limitan a quienes generan incidentes dentro del fútbol. El mensaje es claro: aquellos que intenten desestabilizar y generar caos en las calles tampoco tendrán acceso a espectáculos deportivos.
Las sanciones se fundamentan en la Ley Nº 5.847 de seguridad en eventos futbolísticos, que permite aplicar restricciones preventivas para garantizar el orden público.
Si bien los sancionados no fueron detenidos, su identificación se logró gracias a las imágenes y registros recolectados por el área de Seguridad del Gobierno porteño. Tras su reconocimiento, fueron incorporados a la Base de Antecedentes sobre Violencia en Eventos Futbolísticos, lo que refuerza los controles para evitar su ingreso a las canchas.
La decisión ya fue notificada a la AFA y a los organismos de seguridad, que deberán velar por su cumplimiento.
Entre los barras sancionados se encuentran Agustín Francisco Medina, Patricio Manuel Pérez, Ricardo Eduardo Delgado, Yamila Nicole Olivera Panessi, Gonzalo Damián Gramajo, José Antonio Pavón, Fernando David Yurquina, Patricio Daniel Belén, Víctor Hugo Villalba y Hugo Adrián Soria.
Con esta acción, el Gobierno de la Ciudad busca dar un paso firme en la lucha contra los grupos violentos y su influencia tanto en el fútbol como en el espacio público.
Este antecedente marca un mensaje contundente: la violencia y el vandalismo no serán tolerados ni en los estadios ni en las calles. Con medidas como esta, se pretende erradicar a aquellos que utilizan cualquier contexto, ya sea deportivo o social, como una excusa para sembrar el caos.
NA