Don Ramón’ cumpliría 100 años. Así fue su vida fuera de ‘la vecindad del Chavo’

Hoy, Ramón Valdés, ‘Don Ramón’ estará celebrando un siglo de vida. Su hijo Esteban recopiló detalles de su vida en su libro ‘Con permisito, dijo Monchito’.

El 2 de septiembre, Ramón Valdés habría cumplido 100 años. El padre de ´La Chilindrina’, dueño de los suspiros de doña Clotilde y el eterno deudor del señor Barriga, falleció el 9 de agosto de 1988. Esteban Valdés, su hijo, le rindió un sentido homenaje. “Lo seguimos extrañando, sigue en nuestros corazones y lo que veo y más me encanta, es que sigue en el corazón de las personas. Prendo la tele y oigo su voz; abro YouTube o Instagram y ahí está mi papá en algún video. ¿Qué mejor señal para nunca olvidarlo?”.

Esteban escribió Con permisito, dijo Monchito, el libro que recorrió la vida de su famoso padre, quien batalló contra un agresivo cáncer de estómago que se lo llevó a los 64 años. Ramón Valdés dejó un gran legado como actor de cine y televisión y como el legendario personaje que quedó debiendo 14 meses de renta.

El escrito revela su faceta como padre de familia y la manera en que manejó la fama con el éxito de El Chavo del 8. También muestra detalles de su personaje, su relación con Roberto Gómez Bolaños. Así mismo, narra cómo vivió con la enfermedad y sus años finales.

Ramón Valdés también ‘debía la renta’

Esteban Valdés, uno de los 5 hijos que tuvo en su matrimonio con Araceli Julián, narró cómo era la vida del artista y su familia, antes de la fama y cómo ‘Don Ramón’ logró resolver los problemas con ingenio y creatividad. El artista, nacido en Ciudad de México, desempeñó varios oficios: fue zapatero, lechero, mecánico, carpintero, ‘ropavejero’, plomero y peluquero. De hecho, también se atrasaba en el pago de la renta, como su entrañable personaje, pero así mismo, luchó para que a los suyos no les faltara nada. “Las dificultades que pasaba don Ramón también las pasamos. Un capítulo de mi libro se llama ‘Las muchas casas’ y ahí repaso todos los lugares en los que vivimos, pero no porque fuéramos ricos, sino porque éramos pobres en la vida real y mi papá no tenía para pagar la renta por más que se esforzara para cubrir esos gastos”.

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