Repasó sus 30 años de trayectoria y recordó las veces que tuvo que plantarse frente a directores y productores como Adrián Suar y Gustavo Yankelevich.

A punto de cumplir 42 años, Marcela Kloosterboer regresa al teatro como reemplazo de su amiga Paula Chaves en la comedia Un viaje en el tiempo, donde comparte elenco con Pedro Alfonso, Viviana Saccone, Noelia Marzol, Sebastián Almada y Pachu Peña. Entusiasmada por este proyecto y por su vuelta al escenario, la actriz repasó sus 30 años de trayectoria y recordó los momentos de su carrera en los que tuvo que plantarse frente a importantes productores como Adrián Suar y Gustavo Yankelevich para decir que no.
“Tenés una personalidad que transmite mucha paz. Pero sos una mujer que muchas veces en la vida se plantó firmemente. Me acuerdo una vez que me contaste que eras muy chica y que en escenas de desnudos o escenas amorosas dijiste: ‘Yo no me saco el corpiño, o yo esto no lo hago’. Había que tener mucha templanza para hacer eso”, señaló Catalina Dlugi en diálogo con la actriz para La Once Diez.

Fue entonces que Kloosterboer señaló: “Muchas veces, lo que se ve no es lo que realmente es. Busco la paz y trabajo en estar bien y tranquila, pero hay momentos en los que uno se tiene que plantar y decir ‘esto no’. Y me pasó muchas veces trabajando de chica, o incluso no querer seguir en un programa. Me acuerdo que me dijeron: ‘No te podés ir ahora‘. Y yo les dije: ‘Me quiero ir y me voy‘”.
Y aunque no dio nombres, la conductora del ciclo radial recordó que se trataba de Adrián Suar, a quien Kloosterboer le había pedido tomarse diez días para poder ir a su viaje de egresados. Y fue una conversación difícil, porque el productor solo le daba permiso para ausentarse de las grabaciones por 5 días. “Te pudo haber costado el fin de tu carrera”, sostuvo Dlugi al destacar la valentía y la determinación de la actriz.
En ese sentido, Kloosterboer aseguró: “Adrián siempre fue muy comprensivo y yo era una adolescente que quería vivir cosas de colegio. Y también fui aprendiendo sobre la marcha. Me parece importante, hoy siendo mamá, darle a los niños esa confianza en ellos mismos, en poder decir: ‘esto no lo quiero aunque todos lo hagan’, y poner límites”.
En esa misma línea, la conductora indagó cómo la actriz lograba imponer sus condiciones a pesar de su corta edad. “En el caso de no querer desnudarte o no hacer alguna escena amorosa que te traía incomodidad, que una vez Nico Cabré te apoyó, implicaba hablar con gente adulta. Vos eras menor y te tenías que plantar ante un adulto con una gran asimetría de poder”, le planteó la periodista.
“Por ahí yo tenía 15 años y tenía que hablar con un productor o un director adulto y decirle: ’Esta escena no la quiero hacer así’. Me trataban de convencer y tenía que negociar y decir ‘no, no quiero, no me gusta‘. Me ha llegado a pasar una vez filmando una película con una directora que era de Venezuela y que me trataba de menos actriz por no querer desnudarme. Creo que uno sigue su instinto y dice: ‘Hasta acá estoy cómoda, hasta acá no‘. Aunque por ahí eso me deje sin muchos trabajos o me traiga otras consecuencias, creo que uno tiene que respetarse, porque nadie lo va a hacer por vos”, reflexionó la actriz, que tuvo sus inicios en Amigovios, Mi familia es un dibujo, Verano del 98 y Chiquititas.
“Y lo veo en mi hija, creo que vino mucho con la crianza que tuve. Me enseñaron a defenderme y a ir por las cosas que quería y a poder dirigirme con respeto a la persona que sea, Adrián Suar, Gustavo Yankelevich o un compañero”, destacó.
Por último, la conductora rememoró cómo Kloosterboer también se enfrentó a los que la trataban solo como una cara bonita más allá de su talento. “Ahora voy a cumplir 42 y empecé a los 12. Tengo 30 años de carrera. No creo que sea solo por ser linda, pero sí es verdad que hay veces que tenés que rendir como un doble examen”, concluyó la actriz.
FUENTE : LA NACION
