En la jornada se destacó la importancia de visibilizar el abuso sexual infantil y la necesidad de actuar en su prevención.
En el marco del Día Internacional de la Prevención del Abuso Sexual Infantil, brindaron en la Legislatura una charla sobre el tema, organizada por la legisladora Adriana Najar. Contó con la presencia de la presidenta de la Fundación Pañuelos Amarillos, Colomba Nasca, que acompaña y ayuda a familiares de niños que sufrieron abuso sexual infantil.
Asimismo, estuvieron presentes Enrique Stolla, médico psicólogo y psiquiatra, experto en violencia de género; la abogada Soledad Deza; Melina Morghenstein, secretaria de la Juventud, y José Farhat, secretario de Participación Ciudadana.
Tras finalizar la charla, la legisladora Najar destacó la importancia de visibilizar el abuso sexual infantil y la necesidad de que toda la sociedad, incluidas instituciones y el Estado, actúe en su prevención: «La verdad que es un día más que especial, es un día para que todos los seres humanos, todas las instituciones, todos los poderes del Estado, tomemos conciencia de la importancia que es abordar este tipo de temáticas. Tenemos que estar atentos a cada necesidad y a cada silencio de niños, niñas y adolescentes».
«Hay que tomar como política de Estado todo lo que tenga que ver con la niñez y la adolescencia. Tengamos en cuenta que ellos son hoy nuestro presente. No va a haber futuro si no los atendemos a ellos y a cada una de sus necesidades y visibilizar para poder detener este gran flagelo que se está atravesando», aseveró.
En la jornada, se enfatizó en la necesidad de que los padres y tutores comprendan las técnicas de manipulación en línea y se conviertan en ciudadanos digitales informados. En este sentido, Farhat explicó: «Hay un nuevo fenómeno que es la digitalización de la humanidad. Los niños y niñas adolescentes son los que en mayor tiempo están utilizando hoy lo que es entorno digital y acceden a través de un teléfono».
«El abuso sexual infantil a través del uso de tecnología, desde el año 2013, forma parte del Código Penal, se conoce como la figura del grooming, que hay que traducirlo, es el abuso sexual en línea, donde las víctimas son niños, niñas y adolescentes. Hay un adulto que los contacta a través de tecnología y busca vulnerar su integridad sexual, compartir fotos con contenido erótico, tener conversaciones y hasta el encuentro físico», precisó.
Farhat consideró que «lo importante de esta jornada es no solo recordar el abuso sexual infantil en todas sus manifestaciones, sino también incorporar esto en la reflexión de que cuando vemos un dispositivo que le entregamos a un niño o una niña». «También tenemos que pensar de que puede advertir las técnicas de manipulación, de enamoramiento, que puede hacer un adulto para contactar y algo que hoy se ha sumado que es la inteligencia artificial, chatbot y perfiles en entornos digitales donde no estamos interactuando con humanos y también puede haber una vulneración a esos niños porque generan un vínculo emocional también con esta tecnología», apuntó.
Por su parte, Nasca remarcó la importancia de la presencia del Estado en la lucha contra el abuso sexual infantil: «Siempre hemos estado en la calle, siempre hemos estado en las marchas, siempre hemos estado, y que el Estado pueda escuchar y pueda dar este lugar para que las madres que no tienen ningún derecho, son excluidas, porque terminan siendo excluidas de la sociedad, sean escuchadas, y haya expertos que estén apoyando y acompañando, quiere decir que ese ‘yo sí te creo’, hoy es más fuerte».
«La población abusada es una población que es muy grande, porque en un aula de 30 niños, por lo menos cinco deben haber sido víctimas de abuso. Entonces, si no se trata el tema, tenemos una sociedad donde hay una población adulta que es muy compleja, y que queda excluida nuevamente, y que no se puede reinsertar si no recibe un tratamiento», afirmó.
A su turno, Enrique Stolla dijo que «hay una gran dificultad para acceder a la justicia». «El gesto paterno filial se oculta, y las madres y los niños tienen serios problemas. Vivimos en sociedades patriarcales, en donde la figura masculina es la que domina en todas las áreas, y eso dificulta bastante. Hay que mantener esa idea de la familia, no importa lo que haga el padre de la familia, la cuestión es que siempre hay que perdonarlo. Por lo tanto, de 100 denuncias, tres van a llegar a juicio, y por ahí una es condenada», cerró.