Tras el golpe comando a la carbonera de Zárate, en el que murieron un empleado y un uniformado, el policía detenido fue imputado por homicidio agravado.
El policía detenido como sospechoso de integrar la banda que durante un asalto en una carbonera del partido bonaerense de Zárate asesinó a un efectivo y a un empleado, fue imputado este sábado por homicidio agravado.
Además, las autoridades continuaban la búsqueda de otros implicados en el hecho.
El policía imputado es Dino Nicolás Meneses (29), alías El Correntino, quien se encuentra alojado en la sede de la DDI de Zárate-Campana a la espera de ser llevado hasta la sede judicial para que la fiscal Andrea Palacios lo indague.
Fuentes judiciales informaron que el policía fue imputado como coautor del delito de homicidio criminis causa, es decir para procurar su impunidad, y por ser una de las víctimas un miembro de las fuerzas de seguridad pública, que prevé la pena de prisión perpetua.
Meneses fue apresado en una estación de servicio ubicada en Gallesio e Yrigoyen de Zárate en el marco de varios allanamientos que anoche fueron encabezados por la fiscal Palacios.
Los investigadores identificaron a este sospechoso a través de un identikit confeccionado a partir de las declaraciones de los testigos, quienes también dijeron que uno de los delincuentes tenía una tonada correntina.
Con esos datos, la fiscalía dispuso la aprehensión de Meneses, un policía que estaba en disponibilidad apodado El Correntino.
El acusado será indagado en las próximas horas por la fiscal, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial Zárate-Campana.
El doble crimen ocurrió el jueves a la noche cuando entre cuatro y cinco delincuentes ingresaron al predio por los fondos a la carbonería ubicada en el kilómetro 13 de la ruta provincial 193, luego de atravesar un campo, y desde allí se dirigieron a la casa principal, donde sorprendieron a los integrantes de la familia.
En medio de los gritos por el asalto, la hija del dueño logró subir por las escaleras y darle aviso a su padre, que se estaba duchando, que escapó del lugar por una ventana, saltó por un balcón y se dirigió a la vivienda donde residen los empleados.
Desde allí, según las fuentes, salió el primer llamado al 911 en el que advirtieron que se estaba cometiendo un asalto, por lo que un patrullero se dirigió al lugar.
Mientras tanto, los peones salieron al predio a ver qué ocurría y en ese momento fueron sorprendidos por uno de los delincuentes armado.
Los ladrones trasladaron a los dos empleados que quedaban a la casa principal, a uno lo maniataron y el otro, como se resistió, recibió un culatazo que le produjo un corte en el cuero cabelludo, dijeron las fuentes.
Tras apoderarse de una importante suma de dinero, los delincuentes pretendieron escapar, y en ese momento se registró el tiroteo con los policías que llegaron por el llamado al 911.
Durante el hecho, además del crimen del empleado, los delincuentes asesinaron en un posterior tiroteo al policía Cantero, del Grupo de Prevención Motorizada de Zárate, quien llegó al lugar alertado del asalto junto a su compañero Ezequiel Romelio, también baleado, aunque sobrevivió.
La fiscal dispuso que se realicen las autopsias a los cuerpos de las víctimas en el Instituto de Ciencias Forenses de Junín, y la recolección de evidencias como vainas y proyectiles de la escena del hecho.
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