Los episodios, que ocurrieron durante la misma semana, generaron mucha preocupación en la comunidad educativa y las fuerzas de seguridad.
La ciudad de Santa Fe fue escenario, durante la misma semana, de dos inquietantes episodios que encendieron las alarmas entre la comunidad educativa y las fuerzas de seguridad: alumnos de distintas escuelas ingresaron a las aulas con armas escondidas en sus mochilas.
Estos hechos, que no son los primeros de su tipo en la provincia, generaron una profunda preocupación y pusieron en el foco la seguridad en los establecimientos educativos.
El caso más reciente se registró en la Escuela Técnica Nicolás Avellaneda, ubicada en calle Calcena 955. Allí, dos alumnos de 16 años fueron descubiertos portando armas de aire comprimido dentro del edificio.
El personal del colegio fue quien detectó la situación, lo que llevó a trasladar de inmediato a los adolescentes a la dirección y, posteriormente, a dar aviso al 911. Aunque las armas no estaban cargadas, el hallazgo irrumpió la rutina escolar y provocó una gran consternación.
Cerca del mediodía, efectivos de la Brigada de Ciclistas y de la Comisaría 5ª se hicieron presentes en el lugar para verificar el caso, mientras que las autoridades escolares convocaron a los padres de los menores para informarles sobre lo sucedido.
El procedimiento fue derivado luego a la Comisaría 3ª del barrio Candioti, sede de la Estación Policial Centro (EPC), y en el caso también intervinieron la Jefatura de la Unidad Regional I y la Justicia de Menores.
Cuatro días antes, un suceso similar conmovió a la escuela Ceferino Namuncurá, del barrio Yapeyú. En esa ocasión, un alumno de primer año fue descubierto con un arma de fuego en su mochila. Según trascendió, el arma fue hallada después de que el menor intentara exhibirla ante un compañero. Una madre de un estudiante de segundo año se enteró de la situación al recibir una fotografía de la policía en la puerta de la escuela.
La directora del establecimiento confirmó que el arma no tenía cargador y que el estudiante fue entregado a su padre. Por su parte, la jefa de la Unidad Regional I, Margarita Romero, informó: “La directora informó que un alumno se presentó con un arma de fuego. Se comisionaron móviles del comando y, en presencia de los directivos, se requisó la mochila del menor, encontrando una pistola calibre 45 sin cargador”.
El menor fue entrevistado en la escuela y declaró que había tomado el arma de la casa de su madre, en el barrio Abasto. La policía se trasladó al domicilio junto a dos móviles y encontraron allí una pistola 9 mm, una escopeta recortada calibre 16 y cartuchos. Las armas no estaban registradas legalmente, lo que llevó a la detención de la madre del menor.
Romero señaló que el propio menor declaró que tenía “problemas con unos compañeritos” y que por eso la había llevado, aunque sin munición. La jefa policial destacó la actuación de la directora: “La directora actuó con gran responsabilidad al alertar de inmediato a la central de emergencias. La prevención comienza con ese tipo de decisiones”.
NA