Guazzora fue apresado el sábado por la mañana en Merlo por personal del Departamento de Trata de Persona de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA.
El periodista Ezequiel Guazzora, detenido el sábado tras permanecer 67 días prófugo en una causa por violación de una niña de 16 años de edad, se negó a declarar ante el juez de instrucción Santiago Bignone.
Asistido por el defensor oficial Nicolás D’Onofrio, Guazzora hizo uso de su derecho constitucional a no declarar y quedó a disposición del magistrado en calidad de detenido.
A partir de hoy comenzaron a correr los diez días hábiles para que el magistrado resuelva su situación procesal.
Guazzora está acusado de «abuso sexual agravado por haberse cometido con acceso carnal» y la «promoción o facilitación de la corrupción de menores de 18 años».
La investigación se inició por una denuncia de la ONG Red Alto al Tráfico y la Trata (RATT) de Argentina ante la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX).
«Allí se señalaba que el hombre ofrecía -a través de mensajes de texto- dinero, drogas u otros objetos a la madre de una adolescente a cambio de que le permita mantener relaciones sexuales con la joven», precisó la página del Ministerio Público Fiscal.
La madre de la menor fue detenida el 13 de agosto pasado en una escuela ubicada en la Avenida Belgrano al 1300, cuando concurrió a votar en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Su causa ya fue elevada a juicio oral y público por el delito de «trata de personas».
Entre las pruebas que se le exhibieron hoy a Guazzora figura la declaración de la presunta víctima, quien describió cómo su madre la transportó en un automóvil de alquiler UBER hasta el departamento del periodista.
Previamente, la madre la había convidado con marihuana y le había tomado fotos desnuda supuestamente para enviárselas a Guazzora.
En su declaración, recordó que cuando llegó a la casa de Guazzora había una mesa «repleta de cocaína» y si bien la incitaron a consumirla, ella se negó.
La adolescente reconoció que tiene problemas de adicciones y, de hecho, estuvo internada bajo la tutela de una «cuidadora».
El relato sobre «la violación» (así la describió todo el tiempo) muestra una secuencia según la cual Guazzora le habría convidado con un vaso de gaseosa.
«Le sentí un gusto raro y al rato me empecé a marear», declaró la presunta víctima, en la antesala de lo que fue su traslado a una habitación donde se habría consumado el ultraje.
La niña dijo que después de los hechos se retiró con su madre en un UBER, que su madre tenía 50 mil pesos, que a ella le dio 2.500 y que la mujer le advirtió que si contaba algo de lo sucedido ella lo negaría.
Fuente: NA.