Solicitaban abonar sus compras a través de transferencias bancarias cuyos comprobantes resultaban ser falsos. El Ministerio Público Fiscal presentó un acuerdo de juicio abreviado con la aprobación de las víctimas.
La Unidad Fiscal de Usurpaciones, Estafas y Cibercriminalidad 1, conducida por María del Carmen Reuter, citó a una audiencia que se desarrolló este viernes 14 de marzo con el propósito de exponer un convenio de juicio abreviado al que arribó junto a María Antonella Orellana (22) y Vanessa Gutiérrez Jorge (35), sus defensas técnicas y al que las víctimas manifestaron su conformidad. Las acusadas reconocieron haber cometido, entre el 19 de julio y el 17 de octubre de 2024, ocho hechos delictivos en seis locales comerciales dedicados a la venta de indumentaria femenina (en dos de ellos actuaron en dos ocasiones).
“Visitaban distintos negocios en el centro de la ciudad capital con el fin de defraudar a los propietarios. Simulaban ser clientas y hacían incurrir en un error tanto a los empleados como a los dueños, generándoles un perjuicio económico, dado que solicitaban abonar sus compras a través de transferencias bancarias que resultaban ser irreales, exhibiendo falsos comprobantes”, explicó la auxiliar de fiscal, María Paula Bellomio, que se encargó de exhibir los términos del acuerdo.
“Había una premeditación de contar con dispositivos móviles celulares y aplicaciones para fraguar comprobantes de transferencias para estafar a comercios. A eso debemos sumarle la mecánica de trabajo que llevaban adelante. Era un trabajo conjunto, coordinado y en muchos de los hechos utilizaron a una bebé para simular apuro y poder retirarse del local. Ambas elegían la ropa y los calzados. Una simulaba hacer la transferencia, mientras la otra empujaba el coche de la bebé diciendo que lloraba, distrayendo y generando tensión en las empleadas para lograr irse rápido de lugar”, afirmó la representante del MPF.
Entre las pruebas recolectadas, la investigadora destacó las imágenes registradas por las cámaras de seguridad de algunos de los negocios, donde se puede observar claramente el accionar desplegado por las imputadas.
Pena y reparación
Bellomio indicó que las partes pactaron que Orellana y Gutiérrez Jorge sean condenadas a la pena de dos años de prisión de ejecución condicional y el cumplimiento de reglas de conducta, por ser halladas coautoras penalmente responsables del delito de estafas reiteradas en ocho oportunidades, en concurso real. A su vez, la investigadora precisó que las acusadas ofrecieron una reparación económica de $ 4.000.000 ($ 2 millones cada una), la cual será distribuida de acuerdo con el perjuicio que sufrió cada una de las víctimas.
Finalmente, la jueza que intervino declaró admisible y aceptó el acuerdo pleno de juicio abreviado, cuya sentencia quedó firme debido a que las partes renunciaron a interponer recursos de apelación.