Esteban Emanuel Monasterio recibió la pena de ocho años y seis meses. Cristian Gabriel Sánchez fue condenado a seis años y seis meses. Intervino la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I del MPF.
Por un violento robo a un local comercial en Yerba Buena, donde resultaron víctimas menores de edad, fueron condenados Esteban Emanuel Monasterio y Cristian Gabriel Sánchez. El Ministerio Público Fiscal, a través de un juicio abreviado, logró la pena de ocho años y seis meses para Monasterio y de seis años y seis meses para Sánchez.
La auxiliar de fiscal, María Paula Bellomio, en representación del titular de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I del MPF, Diego López Avila, hizo mención a la gravedad del hecho y los delitos endilgados a cada uno (robo doblemente agravado por haber sido cometido con arma blanca y arma de fuego cuya operatividad no puede tenerse por acreditada, en calidad de coautor, en concurso real con el delito de abuso sexual simple en calidad de autor; y robo doblemente agravado por haber sido cometido con arma blanca –machete- y arma de fuego cuya operatividad no puede tenerse por acreditada en calidad de coautor).
“Ambos imputados ingresaron armados en el domicilio de las víctimas, los menores pudieron hacer una descripción de los mismos al momento de sus declaraciones mediante el sistema de Cámara Gesell, inclusive uno de ellos pudo reconocer e identificar a los mismos, igual que una de las testigos que los vio salir de la vivienda con las pertenencias de las víctimas, sin dejar de mencionar que las armas secuestradas en los domicilios de los imputados, como así también el teléfono sustraído a uno de los menores, los que fueron reconocidos por estos al momento de la rueda de reconocimiento de personas”, sostuvo la investigadora.
“Se pudo corroborar que los imputados no sólo contaban con machetes sino también con armas de fuego (cuya operatividad no pudo tenerse por acreditada) lo cual generó una situación extrema de vulnerabilidad en las víctimas. En cuanto a la extensión del daño entendemos que el mismo no solamente fue material por los bienes que los imputados se llevaron y que derivó en el cierre del local comercial de la mamá, sino también psicológico. Se pudo observar en las ruedas de los menores así como al momento de declarar, su estado de conmoción y las consecuencias drásticas que esto les generó alterando su vida cotidiana”, mencionó la Auxiliar de Fiscal. Monasterio registraba una condena anterior (de ejecución condicional de dos meses de prisión por el delito de hurto simple en grado de tentativa).