El análisis de ADN determinó lo que la familia de la víctima ya presumía. La investigación dio un paso importante.
El sábado 2 de diciembre, la policía encontró el cuerpo de un hombre en la localidad de San José de Buena Vista, Famaillá. Todo indicaba que se trataba de Nicolás Molina, quien estaba desaparecido desde el miércoles 29 de noviembre.
La familia y amigos de Nicolás, conocido cariñosamente como Nico, han estado pidiendo justicia y la resolución del caso lo antes posible aunque los restos no habían sido identificados y se tuvo que recurrir a un análisis de ADN.
Este jueves, la justicia confirmó los resultados de las pruebas y se confirmó que el cuerpo es de Molina.
«Habiendo recepcionado en el presente legajo informe de estudio genético – análisis de ADN practicado en la causa “N.N. S/ Muerte Dudosa, que se tramita por la UF de Delitos contra la Propiedad e Integridad Física de este Centro Judicial, el cual da cuenta que el ciudadano Molina Ramon Angel es el padre biológico del cuerpo sin vida hallado en jurisdicción de la Comisaria de Famailla, lo que efectivamente indica que se trata del ciudadano Molina Angel Nicolas de 28 años de edad. Asimsmo, siendo que los motivos de su fallecimiento se encuentran siendo investigado por la UF mencionada y habiendose compartido con la misma las actuaciones del presente legajo para ser agregado al Legajo donde se investiga la causa de su muerte», comunicó el Ministerio Público Fiscal.
Nicolás trabajaba como guardia de prisión y, según su familia, no tenía problemas con nadie en su trabajo. “Mi hijo estaba muy contento con su trabajo”, dijo su madre. Nicolás llevaba seis meses trabajando en este puesto.
La familia continúa su lucha por la justicia, esperando que se esclarezca la verdad sobre su desaparición y muerte.
Los Primeros