Crimen en barrio Cáritas: El Ministerio Fiscal pidió 15 años para Lucas Orrillo

El 24 de octubre del año pasado le disparó a Richard Rubén Navarro (28) cuando se encontraban en un domicilio de Alderetes. “Se llevó su vida pero, podrían haber sido más las víctimas”, dijo el auxiliar de fiscal Miguel Fernández, en su alegato de clausura.

En la cuarta jornada del juicio contra Lucas Emiliano Orrillo, acusado por la muerte de Richard Rubén Navarro (28), este jueves la Unidad Fiscal de Homicidios II del MPF, que conduce Carlos Sale, hizo su alegato de clausura. La pretensión punitiva es de 15 años por el delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de autor. El auxiliar de fiscal, Miguel Fernández, acompañado por los investigadores Alejandro Esquenazi y Candela Santucho Cruz, fue el encargado exponer la gravedad del hecho y la extensión del daño, como así también negar una relación de amistad (tal lo expuesto por la defensa).


“Ese 24 de octubre, a las 23:30 horas aproximadamente, Lucas Orrillo se encontraba manipulando un arma de fuego (tipo pistola calibre .45) sabiendo que se hallaba cargada y conociendo el poder letal y el peligro implicado (esto es la posibilidad de causar la muerte). Continuó manipulando la misma cuando le salió un disparo que impactó en la humanidad de Navarro. Se llevó la vida de Richard pero podrían haber sido más las víctimas (adentro de la vivienda se encontraban menores). Hubo un proceso bastante específico donde se requiere la utilización de las dos manos para sostener el arma por lo que advertimos que no le importó la vida de Navarro”, afirmó Fernández quien hizo hincapié en la poca colaboración del imputado a lo largo de la investigación (el arma utilizada no fue habida y se cambió las prendas).


Previo al alegato de cierre de la defensa, el imputado dijo: «Nunca tuve nada con él (por problemas). Hemos sido amigos, hemos jugado al fútbol y nos hemos juntando en la esquina. Le quiero pedir perdón a la familia. Fue accidental, nunca tuve intención. Realmente estoy arrepentido. No soy un malviviente”. Al responder a las preguntas de la Fiscalía, Orrillo reconoció haber consumido ese día una pastilla (similar al Clonazepam) y negó haber mantenido un forcejeo con la víctima (tal lo declarado en la Unidad Fiscal por primera vez). En tanto, la querella le consultó sobre el arma utilizada y su posterior ocultamiento. «La tiré y voló cerca de la arena (que se encontraba en la calzada). La tiré por miedo porque fue muy fuerte la explosión. Se me nubló la vista y vi mucha gente», añadió. Por los dichos ante la policía (que la víctima se había suicidado) indicó que lo hizo porque «tenía miedo».


Finalmente, el tribunal unipersonal (integrado por la jueza María Valeria Mibelli) informó que mañana viernes, 13 de septiembre, será el turno de las palabras finales (por parte de los familiares de la víctima y del imputado) y posteriormente pasará a resolver.

Las pruebas

A lo largo de las jornadas declararon 21 testigos, entre ellos, los peritos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) quienes se refirieron al informe de autopsia (fallecimiento por un traumatismo de cráneo grave) y la pericia balística que determinó que el arma de fuego utilizada corresponde al calibre .45. En el lugar fueron secuestrados dos elementos: un proyectil (identificado como N°2) y una vaina servida (identificada como indicio 1). “No basta solamente con colocar un cartucho en el cargador, se necesita también conocer el funcionamiento de esa arma”, señaló la experta el pasado martes.

La hipótesis

El 24 de octubre del año pasado, alrededor de las 23:30 horas, Richard Navarro se encontraba en la vereda del pasaje Raúl Colombres s/n, en el barrio Cáritas de Alderetes. Allí, al lado de la víctima también estaba Orrillo manipulando, en ese instante, un arma de fuego tipo pistola calibre .45, sabiendo que estaba cargada, conociendo asimismo el poder de letalidad y peligro implicado (es decir, la posibilidad de causarle la muerte a alguien con dicha arma). No obstante, el imputado continuó manipulando el arma y salió un disparo que impactó en la cabeza de la víctima, causándole un traumatismo de cráneo grave que lo condujo a la muerte.

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