Ocurrió en Alderetes. El Ministerio Fiscal pidió que se imponga la prisión preventiva a los fines de resguardar el proceso.
La teoría del caso planteada por la Unidad Fiscal de la Unidad de Robos y Hurtos I, cuya titular es María del Carmen Reuter, es que el hecho se registró el último miércoles 1º de octubre, a horas 03:40 de la madrugada. Previo a trepar el portón y con intenciones de apoderarse de bienes ajenos, Ramón Eduardo Coria (29) ingresó a la vivienda de una mujer, en avenida Rivadavia al 1300 de Alderetes. El delincuente generó ruidos que despertaron a la víctima, quien les avisó a su sobrino y su pareja, quienes circunstancialmente dormían en el domicilio. Al dirigirse a un lugar que usa como depósito, la víctima observó el freezer abierto y que había pertenencias tiradas alrededor.
Su sobrino se dirigió a la galería, donde vio todo tirado. Luego siguió hacia el pasillo, en dirección hacia el fondo, y al llegar al final de su recorrido prendió la luz y salió Coria, que estaba escondido con un cuchillo en la mano y empezó a tirarle puntazos. El acusado vestía ropa que pertenecía al marido fallecido de la víctima y a un sobrino. El malviviente comenzó a pelear con el sobrino, mientras la mujer intentaba comunicarse con el 911. Minutos después se hicieron presentes vigías de la zona y se dirigieron al pasillo, donde el joven ya tenía reducido al malviviente.
En el marco de una audiencia multipropósito, la auxiliar de fiscal Andrea Carlino formuló cargos contra Coria y le atribuyó el delito calificado provisoriamente como robo con arma en grado de tentativa y en calidad de autor. A su vez, tras enumerar las evidencias reunidas hasta el momento, la representante del MPF requirió que se ordene la prisión preventiva por el término de un mes y así lograr resguardar la investigación de los latentes peligros procesales. En su resolución, el juez hizo lugar a todo lo planteado por la Fiscalía y dispuso el alojamiento el imputado en el servicio penitenciario.