La Fiscalía reformuló cargos en su contra y le atribuyó el delito de homicidio agravado en carácter de partícipe secundario. Prórroga de la prisión preventiva.
Este martes se llevó adelante una audiencia por pedido del Ministerio Público Fiscal a los fines de requerir que se extienda la prisión preventiva que viene cumpliendo hace ocho meses Santiago Francisco Acosta (21), alias “Chueco”. Se trata de uno de los tres imputados por el asesinato de Víctor Alejandro Barrionuevo (24), ocurrido en la madrugada del 11 de agosto del año pasado en el barrio 143 Viviendas, al suroeste de San Miguel de Tucumán.
Además, la Unidad Fiscal de Homicidios I, dirigida por Ignacio López Bustos, reformuló cargos en su contra. Seguirá acusado del delito de homicidio simple agravado por el empleo de arma de fuego, pero ahora en calidad de partícipe secundario. Quienes sí continúan como coautores del crimen son Mauro Ezequiel “Colo” Álvarez (20) y Franco Leonel “Chupa” Serrano (prófugo).
La auxiliar de fiscal, Julieta Molé, pidió la prórroga de la preventiva de “Chueco” por el plazo de 60 días, al considerar que se mantienen vigentes los peligros procesales y es necesario resguardar la investigación. Al comunicar su resolución, la jueza aceptó la demanda del MPF y otorgó dicha medida cautelar, pero por el término de 30 días.
Cabe mencionar que, de acuerdo a lo trascendido durante la audiencia, la Fiscalía estaría en condiciones de presentar próximamente el requerimiento de apertura a juicio en el marco de esta causa.
El caso
El 11 de agosto del 2023, alrededor de la 01:00 de la madrugada, mientras Barrionuevo se encontraba en la vía pública a la altura del domicilio ubicado en barrio 143 Viviendas de la capital, transitaban también por el lugar Álvarez (“Colo”), Serrano (“Chupa”) y Acosta “Chueco”, iniciándose una discusión entre ellos y Barrionuevo, a raíz de problemas que mantenían de vieja data. A continuación, los tres imputados, con intenciones de causarle la muerte, comenzaron a amenazar a la víctima.
A tal fin, “Colo” y “Chupa” actuaron en forma conjunta y coordinada. Primero Serrano extrajo un arma de fuego calibre 9 mm. y comenzó a golpear con ésta a Barrionuevo en la cabeza. Luego Álvarez tomó la misma arma y, al igual que “Chupa”, lo golpeó numerosas veces y finalmente le efectuó un disparo que impactó en la cabeza, dejándolo tirado en la vereda en grave estado. En tanto que Acosta rodeaba a la víctima mientras los otros dos lo agredían, logrando una superioridad numérica para evitar que pueda huir.
Posteriormente, los tres se dieron a la fuga y Barrionuevo fue trasladado al hospital Padilla, donde falleció ese mismo día.