El MPF lo acusó por el delito de hurto simple y pidió la prisión preventiva por 18 días. Las cámaras de seguridad del negocio permitieron que fuera identificado por la víctima en cercanías de calles 25 de Mayo y Santa Fe. Luego del ilícito, se rapó para no ser reconocido.
El pasado sábado 30 de septiembre, siendo las 12:00 horas, un sujeto quien se desempeña como cuidacoches ingresó a un local comercial, ubicado en calle Santa Fe al 400 de esta capital, donde sustrajo un teléfono celular del mostrador ante el descuido de la encargada. La Unidad Especializada de Robos y Hurtos II del Ministerio Público Fiscal, que conduce Pedro Gallo, lo imputó por el delito de hurto simple y pidió la prisión preventiva por 18 días (con vencimiento el viernes 20 de octubre).
En la audiencia, el auxiliar de fiscal, Rodrigo Bilbao, describió el ilícito y las evidencias materiales, entre ellas, las imágenes registradas por las cámaras de seguridad del local. “Existen elementos y hay una vinculación con los videos fílmicos. Ahora en la audiencia aparece rapado pero al momento de la aprehensión (entre calles 25 de Mayo y Santa Fe) tenía cabello. Existe una falta de arraigo (inexactitud de domicilio) y posee condenas anteriores”, relató Bilbao sobre los riesgos procesales. Entre las medidas que restan, el investigador manifestó el informe antropométrico, comparativo y de digitalización. Finalmente, el juez actuante resolvió hacer lugar a lo solicitado por el MPF y ordenar el traslado del imputado desde su actual lugar de detención (Comisaría I) al servicio penitenciario provincial, previamente será revisado por personal médico debido a una descompensación que sufrió luego de la resolución por parte del magistrado.