Córdoba: luego de robar en una casa, quisieron llevarse a su hijo de 9 años

Dos delincuentes ya se habían robado todo el dinero que tenía una familia cordobesa que vive y trabaja en Villa General Belgrano, pero eso no les bastó. Cuando se escapaban, uno de los ladrones alzó al niño de 9 años, que estaba atado de manos y pies y con la boca amordazada, y quiso huir con él. “Perdí la noción de todo”, dijo el padre del menor, que violentado por la situación se abalanzó sobre el malhechor para salvar a su hijo. “Fueron muy perversos para hacer eso”, agregó el hombre.

La pesadilla de esta familia duró unos 20 minutos, dijo una de las víctimas, y tuvo lugar anteayer a la vera de la ruta 5. En diálogo con el canal local El Doce TV, Agustín contó que los ladrones se llevaron más de 850 mil pesos y unos 9500 dólares de su local de venta de vinos y de su vivienda, inmuebles que están en el mismo predio.

Cuando el hombre les dijo a los delincuentes que ya no tenía más dinero que entregarles quisieron llevarse a uno de los hijos, “que estaba totalmente precintado”, relató Agustín al canal, aún angustiado. Varias cámaras ubicadas en su propiedad captaron el momento en que se ve que uno de los malvivientes salió de un ventanal con el niño de 9 años colgado en sus brazos.

Instintivamente, Agustín se abalanzó sobre el delincuente y lo tumbó al piso del patio interno. Los hombres se trenzaron a golpes y el padre de familia logró hacerse de uno de los revólveres de los malvivientes. “Sinceramente, no sé cómo me salí de los precintos y cómo reaccioné así. En un momento, en el piso, le saqué el arma a uno de ellos, la destrabé sin querer y le pegué un tiro al piso, o sea que el arma estaba operativa”, recordó. “En el momento que vi que se llevaban a mi hijo, perdí totalmente la noción de todo”, añadió.

Los efectivos arribaron a la propiedad y detuvieron a uno de los delincuentes tras una breve persecución. El aprehendido, de 21 años y con domicilio en la ciudad de Córdoba, tenía en su poder el botín robado y un arma de fuego calibre 22. Para el dueño de la casa robada, había un tercer malviviente afuera de la propiedad.

Los ladrones actuaron con mucha violencia: los ataron a todos y amenazaron con asesinarlos si no les daban el dinero. Agustín recordó que siempre trató de tranquilizarlos, pero no hubo forma. “Tenían un vocabulario muy agresivo y supieron cómo reducirnos en pocos segundos.

La Nación

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