La Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I logró la pena de 3 años de prisión condicional para un sujeto, de 30 años. Además de las reglas de conducta deberá resarcir a la víctima.
Este martes 14 de febrero, a pedido de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I del MPF, se realizó una audiencia de juicio abreviado para el cómplice de un robo (30 años) del que resultó víctima el empleado de una panificadora, el 27 de junio del año pasado.
Durante la audiencia y por delegaciones del titular, Diego López Ávila, el auxiliar de fiscal, Gabriel Veglia, describió el delito (robo agravado por haberse cometido en poblado y en banda, en calidad de coautor) y solicitó la pena de tres años de prisión de ejecución condicional y que se fijen reglas de conductas también por igual plazo, más la reparación económica de $210.000.
“Eran escoltados en todo momento por el imputado a bordo de la motocicleta azul, quien controlaba y se aseguraba que la operación saliera exitosa, encargándose de alertar sobre cualquier movimiento que pudiera frustrarla”, indicó el representante del MPF sobre el comportamiento atribuido. Finalmente, la jueza interviniente homologó el acuerdo de juicio abreviado.
Simularon un control vehicular
El 27 de junio de 2022, minutos antes de las 10:00 horas, el empleado de una panificadora, que conducía una camioneta Fiat Fiorino blanca, llegó a una sucursal sita en avenida América y Colombia de la capital, donde recibió de parte de otro compañero la recaudación dentro de una bolsa de cuero con candado para luego introducirla en un buzón que contenía en su interior la camioneta.
Una vez que realizó ese movimiento, el empleado salió en el rodado rumbo al norte, siendo que al pasar un puente ubicado metros antes de llegar a la avenida Francisco de Aguirre vio un control vehicular con dos conos y unos vehículos estacionados, siendo controlados.
Al detener su marcha, el conductor, divisó a cinco sujetos, siendo que uno de ellos que tenía colocado un barbijo en su rostro y vestía una prenda amarillo flúor similar al uniforme de la policía, quien se acercó a su vehículo con una carpeta en la mano, pidiéndole que exhibiera la documentación, siendo que el chofer buscó dichos papeles y cuando levantó la mirada para entregarlos, este sujeto extrajo un revólver plateado que tenía oculto, ordenándole que baje.
Inmediatamente, se acercaron otros dos también uniformados como el primero, quienes bajaron a la fuerza a la víctima, para luego meterlo en la caja de la camioneta, golpeándolo uno de ellos en la cabeza con la culata de un arma de fuego, ordenándole que se callara y que no los mire, tapándole la cabeza con una campera. Luego de unos minutos, los individuos lo arrojaron en un lugar que él no conocía, despojándolo de la suma de $5.500 que llevaba en su billetera, para luego darse a la fuga.