La cifra de víctimas fatales sigue en ascenso y estiman que siga creciendo con el correr de las horas. El terremoto va camino a ser el más mortífero en Turquía desde 1999, cuando un temblor de fuerza similar causó más de 17.000 muertos.
La cifra de muertos por los terremotos que sacudieron Turquía y Siria superó los 16.000 en las últimas horas, mientras se desvanecían las esperanzas de encontrar con vida a muchas personas 72 horas después de la catástrofe y reinaba la frustración por la lentitud en el reparto de la ayuda.
Un responsable turco dijo que la catástrofe planteaba «dificultades muy serias» para la celebración de unas elecciones previstas para el 14 de mayo, en las que se espera que el presidente Tayyip Erdogan se enfrente al desafío más duro de sus dos décadas en el poder.
Sobre el terreno, muchas personas en Turquía y Siria pasaron una tercera noche durmiendo a la intemperie o en coches a temperaturas invernales bajo cero, al haber quedado sus casas destruidas o tan afectadas por los sismos que tenían demasiado miedo para volver a entrar.
El sismo, que se produjo en plena noche y fue seguido de potentes réplicas, va camino de ser el más mortífero en Turquía desde 1999, cuando un temblor de fuerza similar causó más de 17.000 muertos.
En Turquía, a última hora del miércoles aparecieron imágenes del rescate de algunos sobrevivientes más, entre ellos Abdulalim Muaini, que fue sacado de su casa derrumbada en Hatay (Turquía), donde permanecía desde el lunes junto a su esposa fallecida.
Los equipos de rescate sacaron a una mujer herida de 60 años llamada Meral Nakir de entre los escombros de un bloque de apartamentos en la ciudad de Malatya, 77 horas después de que se produjera el primer sismo, según mostró la cadena estatal TRT en una cobertura en directo el jueves.
El número de muertos en Turquía ascendía a 12.873 en la mañana del jueves. En Siria, ya devastada por casi 12 años de guerra civil, fallecieron más de 3.000 personas, según el Gobierno y un servicio de rescate en el noroeste controlado por los rebeldes.
«Se espera que el número de muertos y heridos aumente mucho más, ya que muchas familias siguen bajo los edificios derrumbados», dijo a Reuters Raed Saleh, jefe del servicio de rescate en el noroeste, el jueves por la mañana. «Todavía no ha llegado ninguna ayuda y hoy estamos esperando a ver si llega alguna», agregó.
Se espera que la ayuda de la ONU al noroeste de Siria, una vía vital para 4 millones de personas, comience a fluir de nuevo el jueves, después de que la ruta quedara cortada por el terremoto, según los responsables de la ayuda. NA