Este miércoles 15 de febrero comenzó el debate oral en contra de Ariel Ricardo “Guly” Gianfelici. Está acusado por el delito de robo agravado por el uso de arma de fuego. La pretensión punitiva de la Fiscalía es la de 14 años de prisión de cumplimiento efecto.
Oportunamente, en un juicio abreviado, uno de sus cómplices, Cristian Ezequiel Burgos, ya fue condenado a ocho años y seis meses de cumplimiento efectivo. En tanto, en un procedimiento similar, y al no registrar antecedentes previos, otro de los autores del hecho, Matías Nicolás Flores, fue condenado a seis años y 10 meses de prisión de cumplimiento efectivo.
El caso es investigado por la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I, a cargo de Diego López Ávila quien actúa junto a la investigadora Mariana Stein. La jueza Fanny Siriani dirige el debate.
“Decidieron ingresar a una vivienda a plena luz del días sin importarles que dentro se encontraba una familia. Después de ingresar barreteando la puerta de entrada, encañonaron a las víctimas, a quienes aterrorizaron con amenazas exigiéndoles elementos de valor”, señaló el fiscal en sus alegatos de apertura.
Luego, la víctima prestó declaración, contó detalles del brutal asalto del robo que sufrió en su domicilio. “A nosotros nos cambió la vida para siempre. Lo único que quiero es sentirme tranquila en mi casa. La vida nunca va a ser igual para mi familia. No tengo ninguna duda de que fueron ellos”, señaló la víctima al declarar.
El caso
El 28 de Julio de 2021, a horas 15:00 aproximadamente, en circunstancias que una familia se encontraba descansando en su domicilio de barrio Kennedy, se hicieron presentes Cristian Burgos (a) “Finito”, Ariel Ricardo Gianfelici (a) “Guly”, Matías Nicolás Flores a bordo de un automóvil Fiat Siena.
Descendieron del rodado portando armas de fuego, se dirigieron hacia el portón de rejas de ingreso, mediante empujones y patadas lograron abrirlo derribando el apuntalamiento del mismo, y valiéndose uno de ellos de una barreta rompieron la puerta de madera que conduce a interior de la vivienda de la familia.
Estos sujetos ingresaron al dormitorio, con las armas que tenían apuntaron a las víctimas y les exigieron la entrega de dinero y joyas, quitándole una alianza de oro, una cadena de plata, un reloj plateado y un celular. Además, tomaron unos US$ 300 y bijouterie.
También se alzaron con tres notebook, una consola de videojuego, más celulares y prendas varias, entre otros bienes, para luego darse a la fuga.